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Discurso de Navidad del Rey de los Países Bajos Willem-Alexander

“El futuro está abierto. Les deseo a todos una feliz Navidad”
En su discurso de Navidad, el rey Willem-Alexander de los Países Bajos dirigió un mensaje íntimo y reflexivo a todos los ciudadanos, combinando preocupación por las nuevas generaciones con un llamado a la unidad, la empatía y la libertad.
El mensaje fue transmitido el jueves 25 de diciembre, grabado previamente en el Palacio Huis ten Bosch de La Haya, y se centró en la pregunta fundamental:
“¿Qué tipo de mundo queremos para nuestros hijos?”
Padres, hijos y el futuro: un mensaje muy personal
El rey habló desde su experiencia como padre, compartiendo su preocupación común a muchas familias neerlandesas por el futuro de sus hijas y de todos los jóvenes del país.
“Los niños necesitan espacio para descubrirse a sí mismos.”
“No lo encuentran en un mundo donde temen ser juzgados.”
“La paternidad redefine nuestras prioridades y despierta el deseo de proteger.”
Willem-Alexander instó a construir una sociedad donde los errores sean parte del aprendizaje, no fracasos castigados, y donde los adultos acompañen con guía y comprensión, no con sobreprotección ni imposiciones.
Sociedad, tecnología y convivencia: retos y advertencias
El rey también abordó los desafíos sociales del presente, como la polarización, la tecnología sin control y la desconfianza:
“No queremos un mundo en el que nos amenacemos o sospechemos unos de otros, en línea o fuera de línea. Ni un mundo en el que seamos seguidores serviles de algoritmos.”
Su mensaje resuena con lo expresado en su discurso de 2024, donde hizo un llamado a no importar conflictos religiosos ni odio del extranjero:
“No traigamos la amargura y el odio a nuestras calles.”
✨ El mensaje de Navidad: esperanza y conexión
Cerrando su discurso, el rey enmarcó su mensaje en la historia tradicional de la Navidad.
Habló de conexión, humildad y nuevos comienzos:
“El Salvador del mundo viene a traernos paz, no como un superhéroe, sino como un recién nacido en una familia común de carpinteros. Nos trae el mensaje de esperanza a casa.”
Finalmente, deseó a todos los habitantes del país un mensaje simple pero poderoso:
“La historia de Navidad nos devuelve a lo básico. Un recién nacido. Un nuevo comienzo para todos. El futuro está abierto. Les deseo a todos, dondequiera que estén, una feliz Navidad.”


