2 min
Zaanse Schans cobrará entrada a turistas desde 2026

A partir de la próxima temporada alta, quienes quieran visitar el icónico Zaanse Schans deberán pagar una entrada de 17,50 euros. El ayuntamiento de Zaanstad aprobó este jueves por la noche la medida, que generó gran controversia entre empresarios locales y provocó una intensa sesión política con moción de censura incluida.
El objetivo: financiar el mantenimiento a largo plazo del lugar.
“Queremos que los turistas paguen por la preservación del Zaanse Schans”, explicó el concejal Wessel Breunesse, uno de los principales impulsores del plan.
¿Por qué se cobra esta tarifa?
El municipio busca establecer una estrategia financiera sostenible para mantener este destino turístico emblemático sin cargar la cuenta a los residentes locales.
La tarifa servirá como punto de partida para desarrollar un plan de ingresos y gastos equilibrado en los próximos años.
“No es solo un cobro, es una visión a largo plazo”, añadió Breunesse.
Empresarios locales: “Un golpe mortal”
La oposición no tardó en llegar. Los empresarios de la zona, que dependen del flujo constante de turistas, advirtieron que esta medida podría reducir el número de visitantes y poner en peligro sus ingresos.
Algunos calificaron la propuesta como un “golpe mortal” para sus negocios y presentaron alternativas menos agresivas, pero no prosperaron.
Sin vallas y con entrada gratuita para residentes
El consejo incluyó enmiendas para responder a las preocupaciones de la comunidad:
- No se construirá una valla física alrededor del Zaanse Schans.
- Los residentes de Zaanstad (Zaankanters) seguirán entrando gratis.
“Espero que esto ponga fin al mito de la ‘valla-puerta’”, celebró Natascha Stroo, concejala de GroenLinks.
La “universidad” (probablemente se refiera al ente gestor del sitio) también apoyó las modificaciones, considerándolas parte de un ajuste necesario.
Escándalo político: moción de censura y retirada de partidos
El ambiente se tensó aún más cuando el consejo rechazó una solicitud de referéndum sobre el nuevo cobro. La decisión desató un debate acalorado que culminó con una moción de censura contra Breunesse, presentada por Jos Kerkhoven (Democratisch Zaanstad).
La moción fue rechazada rotundamente. Tras la votación, los miembros de Democratisch Zaanstad y DENK abandonaron la sala en señal de protesta.
“Si nos hubiéramos quedado, habríamos legitimado un proceso antidemocrático”, declaró Kerkhoven.