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Perro muere tras ingerir cocaína en su propio jardín
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Una familia de Kwadendamme, en la provincia de Zelanda, vive un verdadero drama tras el envenenamiento de sus dos perros con cocaína, un hecho tan extraño como estremecedor. Uno de los animales, un pastor alemán llamado Odin, murió a causa de una severa intoxicación, mientras que su compañero, un Jack Russell llamado Puck, logró sobrevivir tras recibir atención de urgencia en varias clínicas veterinarias.
La policía ha abierto una investigación, aunque admite tener pocas pistas concretas, y el caso ya ha generado una gran preocupación en la comunidad y entre organizaciones de protección animal.
Convulsiones, gritos y un diagnóstico inesperado
El pasado miércoles, la Stichting Dierenwelzijn Zeeland recibió una alerta de un veterinario local sobre el estado crítico de Odin. El perro presentaba convulsiones extremas, se había autolesionado en el jardín y el lugar fue descrito como un "baño de sangre".
"El personal me miró y lo supe enseguida", relató Jacqueline Overmaat, su dueña. "Les dije: 'Adelante'" - una decisión que terminó con la eutanasia del perro ante el temor de un posible tumor cerebral.
Pero la sorpresa fue mayor cuando, horas después, Puck comenzó a presentar los mismos síntomas. Jacqueline y su familia lo llevaron de inmediato a urgencias. En ese momento, los veterinarios descartaron un tumor y confirmaron un caso de envenenamiento, enviando a Puck a una clínica especializada en Rijswijk.
Los análisis revelaron un dato desconcertante: el cachorro tenía cocaína en su sistema.
¿Alguien arrojó droga al jardín?
Todo apunta a que una sustancia contaminada con cocaína fue arrojada en el jardín de la familia, donde ambos perros podrían haberla ingerido.
La policía lo investiga como un posible acto intencional, pero aún no hay sospechosos ni testigos.
Desde entonces, Jacqueline ha instalado cámaras de seguridad y ya no deja salir a sus perros sin supervisión. "Me rompe el corazón. ¿Quién haría algo así?", dijo a Omroep Zeeland.
Un caso sin precedentes
Según Jolanda Lichtenberg, presidenta de la Fundación para el Bienestar Animal de Zelanda, este es el primer caso registrado de envenenamiento con cocaína en la provincia. "Normalmente se trata de veneno para ratas o babosas, pero esto es totalmente nuevo", advirtió.
"Y no todos los animales envenenados son analizados, así que podríamos estar viendo solo la punta del iceberg".
Solidaridad tras la tragedia
La historia ha conmovido a muchas personas que han comenzado a donar fondos para ayudar con los gastos veterinarios y de cremación. Jacqueline agradece el apoyo, aunque la pérdida de Odin sigue doliendo profundamente.
"No se merecía esto. Era un amigo maravilloso y lo extrañamos todos los días".
Stichting Dierenwelzijn Zeeland también expresó su pesar: "Nos dijeron que fuimos un gran apoyo en medio del caos, pero todos deseamos que las cosas hubieran sido diferentes".
