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Disturbios en Houten y Uithoorn por protestas contra centros de asilo: 7 detenidos

Protestas que acabaron en violencia
Lo que comenzaron como manifestaciones contra la construcción de albergues para solicitantes de asilo en Houten y Uithoorn, terminó en enfrentamientos con la policía y al menos siete personas detenidas.
Los disturbios ocurrieron la noche del martes, cuando grupos antiasilo se enfrentaron a contramanifestantes, lanzaron petardos y huevos, y la situación se salió de control.
Intervención policial y detenciones
En Houten, unas 300 personas se reunieron frente al ayuntamiento para protestar contra un plan municipal que busca instalar un albergue para 337 solicitantes de asilo.
Con el paso de las horas, el grupo se redujo, pero los ánimos se caldearon cuando intentaron enfrentarse a un pequeño grupo de contramanifestantes.
La policía antidisturbios actuó para separar a ambos grupos y arrestó a tres personas por alteración del orden y ataques a agentes.
En Uithoorn, la historia fue parecida: cientos de personas se congregaron mientras el municipio discutía la posibilidad de albergar a 250 solicitantes de asilo.
La protesta empezó pacífica, pero acabó en caos cuando algunos manifestantes se dirigieron a una zona residencial. La policía intervino y detuvo a cuatro personas tras varios incidentes.
Tensión creciente y símbolos polémicos
Durante las protestas se vio ondear la Prinsenvlag, una versión antigua de la bandera de Países Bajos que fue utilizada por el NSB (el partido nazi neerlandés) durante la Segunda Guerra Mundial y que hoy en día es empleada por grupos de extrema derecha.
Respuesta del gobierno local
El alcalde de Uithoorn, Pieter Heiliegers, lamentó lo ocurrido y fue tajante:
Aseguró que el municipio continuará dialogando con la comunidad, pero sin ceder a la presión de los disturbios.
¿Qué hay detrás de todo esto?
La reacción violenta en ambos municipios refleja un clima tenso en varias regiones de Países Bajos ante el aumento de solicitudes de asilo y la necesidad de nuevos albergues.
Aunque muchas personas participan en los procesos de consulta ciudadana y manifestaciones pacíficas, una minoría radical intenta imponer su rechazo con violencia, lo que ha obligado a la policía a actuar en múltiples ocasiones durante las últimas semanas.