La ciudad de Ámsterdam ha intensificado su postura sobre el aeropuerto de Schiphol, exigiendo una reducción en los vuelos anuales a un máximo de 400.000.
Lo que representaría una disminución del 9% en comparación con las cifras actuales.
Esta medida reduce en 40.000 vuelos el límite propuesto en diciembre del año pasado.
Medidas adicionales propuestas:
Además de la reducción en el número de vuelos de Schiphol, Ámsterdam ha reiterado su llamado para un cierre completo del aeropuerto durante la noche.
Específicamente entre las 11 p.m. y las 7 a.m., y ha propuesto una prohibición total de los jets privados.
Estas acciones están diseñadas para disminuir la contaminación acústica, mitigar las alteraciones del sueño de los residentes locales y reducir las emisiones.
Con el objetivo de garantizar que Schiphol opere dentro de los límites legales y proteja los derechos de los habitantes de la zona.
Innovación y ajustes en el transporte aéreo:
Hester van Buren, concejal de Ámsterdam, subrayó la necesidad de una combinación de reducción de movimientos aéreos, innovación tecnológica y ajustes en los precios.
Para lograr un mejor equilibrio entre la calidad de vida de los residentes y las necesidades económicas del aeropuerto.
Van Buren también sugirió que los trenes internacionales de pasajeros deberían sustituir a los vuelos cortos y propuso la introducción de un impuesto basado en la distancia de los viajes aéreos a corto plazo.
Además, la concejal enfatizó la importancia de que Schiphol se convierta en un lugar de trabajo saludable y seguro, promoviendo salarios justos y condiciones laborales adecuadas, mientras se limita el pago excesivo a los altos ejecutivos.
Reacción de Schiphol y del gobierno:
El aeropuerto de Schiphol ha expresado su satisfacción con algunos de los elementos de las propuestas de Ámsterdam, como el cierre nocturno y la prohibición de aviones privados.
Sin embargo, Schiphol también señaló la importancia de mantener su función como hub internacional, destacando la necesidad de encontrar un equilibrio entre la reducción de molestias y emisiones, y la continuidad de sus operaciones.
Ámsterdam es accionista del aeropuerto con un 20% de participación, mientras que el Estado neerlandés posee el 70%, siendo el accionista mayoritario.