Un estudio del Centro para la Trata de Niños y la Trata de Personas (CKM), encargado por el municipio de Groningen, ha revelado que la trata de personas en la ciudad es un problema mucho más extendido de lo que las autoridades locales creen.
Más de la mitad de los proveedores de atención y profesionales encuestados indicaron que han tenido contacto con varias víctimas de trata de personas en los últimos dos años. Lo que sugiere que el número de casos es considerablemente mayor que las 29 víctimas registradas oficialmente.
Un panorama oculto de explotación:
El informe, que analiza formas de explotación como la prostitución forzada y la explotación laboral, fue solicitado por el municipio para comprender mejor la magnitud del problema y desarrollar políticas efectivas para combatirlo.
Sjoerd van Bemmel del CKM explicó que hay muchas más víctimas de las registradas y que el problema abarca tanto la explotación sexual como la criminal.
Entre los ejemplos más comunes, se destacan los casos de proxenetas que obligan a niñas a prostituirse. Quedándose con el dinero generado, así como situaciones de explotación criminal en las que jóvenes son manipulados para actividades como el transporte de drogas.
En ambos casos, el dinero de estas actividades termina en manos del explotador.
Preocupación por los jóvenes en entornos supervisados:
El CKM mostró especial preocupación por los jóvenes que viven en instituciones de atención o en entornos supervisados.
Según el estudio, más de la mitad de las presuntas víctimas de explotación criminal en Groningen se encuentran en estas circunstancias.
Sin embargo, los cuidadores han respondido de manera insuficiente a esta problemática.
Falta de denuncias y desafíos para los cuidadores:
Una de las conclusiones más alarmantes del informe es la falta de denuncias por parte de los cuidadores. Menos de una quinta parte de los cuidadores de Groningen han comunicado sus sospechas de trata de personas a la policía.
Esto sugiere que muchas situaciones de explotación no se investigan y que las víctimas no reciben la atención que necesitan.
Los investigadores señalaron que muchos cuidadores no son capaces de reconocer los signos de trata de personas, lo que limita su capacidad para intervenir.
Además, hay una falta de vías claras para realizar denuncias, y algunos cuidadores temen que al hacerlo puedan estar violando su secreto profesional.
Esto crea un entorno en el que los casos de trata de personas pasan desapercibidos y sin respuesta adecuada.
Recomendaciones para mejorar la lucha contra la trata de personas:
El estudio subraya la necesidad de mejorar la formación y la sensibilización entre los cuidadores y profesionales para identificar y denunciar los casos de trata de personas de manera efectiva.
Además, se recomienda crear canales de denuncia más accesibles y claros, para que los cuidadores sepan a quién acudir cuando detectan posibles casos de explotación.
La ciudad de Groningen tiene la tarea de utilizar estos datos para establecer políticas más efectivas contra la trata de personas.
Mejorando la colaboración entre las instituciones de atención, la policía y otras entidades involucradas en la protección de las víctimas.